Punto y seguido




Los primeros movimientos se producen en la primavera de 2016. Pasa el verano y comienzan las reuniones; discretas, casi clandestinas. Se suman otros entusiastas. Se avanza en el diseño del proyecto, y llega la navidad. 


El nuevo año llega con una sede bajo el brazo, y con nuevos contactos, y con socios. Y con la herencia de una  historia que arranca a mediados de los setenta impulsada por José Maria RománLa Asociación de Estudios Monoveros es de historia grande, extensa y profunda; tanto que produce vértigo contemplarla antes de retomar la narración justo allá donde encalló, y que gracias al mimo con que Rafael Prats custodió los documentos y las crónicas, podemos convertir en punto y seguido lo que parecía un punto y final. Pero no solos



La soledad la hemos superado echando mano de la fe de unos, de la constancia de todos y del mucho talento nuevo y antiguo que emerge a borbotones. Estamos presentes en las redes sociales, organizamos conferencias, repasamos las agendas en busca de viejos contactos para nuevos proyectos, filmamos, fotografiamos, visitamos, hablamos, escuchamos. Este empeño se ha traducido en nuevos socios que se acercan, en comerciantes que colaboran, en asociaciones amigas que ayudan, en instituciones que se brindan.


Para la próxima temporada, la de otoño, estamos preparando un conjunto de actividades con la confianza de que sorprendan y nos coloquen en el calendario cultural de la ciudad. Entre tanto, un sin parar.


Por ejemplo, este blog. En esta página anunciaremos actividades, recogeremos los actos que vayamos cumpliendo para que no se pierdan. Abriremos ventanas  para la exposición de trabajos, para la opinión y el debate, para la literatura, la fotografía y para todo aquello que quepa en un blog. En libertad, sin consignas. Y con su ayuda.


Seguimos.

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